Héctor Garbarino, 1918-2001
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GarbarinoResumen
Y ¿cómo se hace para seguir en contacto con esto? le preguntó perentoriamente aquel estudiante de psicología de la Licenciatura de Facultad de Humanidades. El interrogado era el Profesor de Psicoanálisis Willy Baranger. Finalizaba el año académico 1957. No tardaría en llegar el año social 1958, el de la Ley Orgánica universitaria, el de “¡Obreros y estudiantes, unidos y adelante!”; también el de la objeción al ejercicio del psicoanálisis por parte de los legos en Medicina. Así recibí de Baranger el nombre de Héctor Garbarino y la sugerencia de constituir un grupo de terapia. Se lo hice saber a los compañeros interesados y se me comisionó para ubicarlo. Fue a la entrada de una frutería a la que había ido de compras, situada en Guadalupe entre San Martín y Millán. Lo venía siguiendo desde la salida del Hospital Psiquiátrico. El hombre parecía en ese momento de pocas pulgas. Debe ser el cuidado de los analistas por sus encuadres, entré a justificarlo, inaugurando la idealización. (...)