Una terna freudiana; acto, acting-out y acción

Autores/as

  • Jean Allouch
  • Teresa R. A de Vidal
  • Daniel Gil

Palabras clave:

actuación, rememoración, recuerdo encubridor, reminiscencia, transferencia, resistencia

Resumen

El acting out franquea un límite, como lo hace Hamlet en “la escena paterna”, la que se desarrolla ante el llamado del espectro del padre. Hamlet sacrifica su bienestar y su vida sin cuestionar su decisión, actuada al instante, de reunirse con el espectro. El espectro lo llama y Hamlet acude: sólo quiere ser su servidor. No puede dejar de satisfacerlo. Hablarle, preguntarle, es ver los defectos del rey y para Hamlet se trata de restaurar la figura de un padre ideal al que se aferra, en el preciso momento en que debía hacer su duelo. Hamlet accede a la escena paterna y adopta el punto de vista del espectro, con lo que el lugar del Otro queda eliminado. Queda entrampado en su amor, pasando al acto al instante, En Freud aparece el rigieren, el acting out como un avatar del acto. En “Recuerdo, repetición y elaboración” usa el término agieren para remitirnos a abreagieren, porque algo de la abreacción es retomado en el problema del acting out. Lo demandado al histérico tenía el estatuto de acting out, de allí que el acting out es lo que surge como problemático recién cuando renuncia a la abreacción. El acting out es entonces correlativo a la posición del analista. Ella tiene tres tiempos. En el primero (Estudios sobre la histeria), busca los recuerdos de los hechos que provocaron la neurosis y la descarga de las tensiones. En el segundo la abreacción es dejada de lado y toma su lugar la libre asociación. Ella es un “gasto de trabajo” y el acting out representa un “accidente” en este trabajo: el término agieren plantea lo que surge como problema de la regla de libre asociación. En el tercer tiempo abandona la demanda de los hechos que 17 Fórmulas trabajadas ardorosamente en el seminario de j. Lacan: El acto analítico (Seminarios del 17 de enero y 24 de enero de 1962). habrían provocado la neurosis. La nueva técnica mantiene de la antigua algo decisivo: su fin, la rememoración, ocurriendo que la rememoración fracasa. Los pacientes no rememoran sino que lo reproducen como agieren. El acting out es aquello del campo del hacer que se encuentra subvertido por el fracaso de la rememoración y esta definición hace equivaler acting out y transferencia. ¿Qué plantea dificultades al nivel del rememorar? Se comprueba que se olvida menos de lo que se cree, los hechos son conocidos por el sujeto, y si están excluidos no es por descartados de su memoria sino por descartados de su existencia de sujeto. Porque el rememorar debe ser entendido como
operación de lectura como lo ejemplifica el recuerdo encubridor. Su creador actúa como el historiador que selecciona sólo lo que favorece sus tesis. Hay recuerdo encubridor porque no hay olvido. Al olvido con el que Freud tiene que ver le da el nombre de represión, o sea, lo contrario de olvido. En la histeria, lo experimentado no ha sido olvidado y en la vertiente obsesiva, por tratarse de actos internos, da lo mismo que hayan o no sido concientes. Freud designa aquí como acto (der Akt) lo que es del orden de la fantasía. Así entonces el rememorar no tiene relación con el olvido, en el sentido freudiano el rememorar no es la reminiscencia.
Por el contrario, hay solidaridad, lazo necesario, entre el recuerdo de la reminiscencia y la instauración de una relación transferencial, como lo ejemplifica un pasaje del “Menón”, de Platón. La experiencia analítica pone de manifiesto la característica principal de la rememoración: su dificultad, a la que Freud llama resistencia. Ella no tiene sólo el valor de obstáculo, sino que ella es el lugar mismo donde se manifiesta lo que está en juego. Es que la resistencia a rememorar aparece ella misma como sintomática de lo que Freud en la segunda tópica llamará “resistencia del ello”, la compulsión a la repetición, lo que nos lleva a la otra vertiente del acting out, la repetición. La resistencia del ello consiste en la atracción de los procesos pulsionales reprimidos por los prototipos inconcientes. Mientras Freud une el rememorar al acto (der Akt), da el nombre de acción (Aktion) al orden de la compulsión a la
repetición. Esta nombra la atracción mencionada y también cierta falta de plasticidad de la libido que se niega al desplazamiento, lo que excluye la posibilidad de recibir. De esta manera puede mantenerse esa alianza entre la pulsión que tiende a la satisfacción y los prototipos inconcientes que es la compulsión a la repetición. Y es la acción repetitiva aquello del campo del hacer puesto al servicio de esta alianza. La resistencia es el obstáculo atravesado en el camino del análisis en cuanto su meta sigue siendo el rememorar. Y lo que es el punto de sostén del rememorar es tanto transferencia como acting out, que están en relación de equivalencia. Freud presenta una terna. No hay enganche entre acción repetitiva y rememorar. El rememorar cambia de dirección y se hace repetición. Con el agieren, tercer elemento, la acción repetitiva se hace al descubierto y al pasar del registro de la acción al del agieren, el sujeto corre un cierto riesgo: el de experimentar lo que oculta de fundamentalmente cobarde, la castración que implica toda realización.
Transferencia y acting out son equivalentes, no idénticos y el psicoanalista está en el eje de la diferencia. En el acto analítico (como lo define Lacan) se presta a soportar la transferencia. El que se niega a este acto recibe acting out como equivalente de la transferencia rechazada.

(Resumen por D.G. y SP.)

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Biografía del autor/a

  • Daniel Gil

    Revisión técnica de la traducción

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Publicado

1977-01-01

Cómo citar

Una terna freudiana; acto, acting-out y acción. (1977). Revista Uruguaya De Psicoanálisis, 56, 13-30. http://publicaciones.apuruguay.org/index.php/rup/article/view/724

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