Semblanza de un amigo de otras tiendas
Resumen
Dice Ortega y Gasset que la muerte «es la soledad que queda de una compañía que hubo». Pancho nos ha dejado solos de su presencia entre nosotros, pero también nos ha dejado y se nos ha quedado muy viva, la inolvidable presencia de su sonrisa afectuosa y la calidez de su cuidado. Defendió su visión del mundo y de la Psicología y supo ser flexible con la visión de los demás.
Fue un Tú para muchos otros, durante muchos años y con una fidelidad que no se detenía. Ha sido psicoanalista hasta la médula y humanista desde el fondo de su ser. Agradezco enormemente el hecho de que nuestras vidas coincidieran, de haber podido compartir la vida con él. (...)