Desde Yocasta. Voces y ecos de tragedia
Resumen
Difícil decir algo ahora. Una experiencia estética como esta -y como la vivida con Ostia- tiene el poder de agitar marcas y producir algo como una eclosión de significancia de la que no se puede dar cuenta de inmediato. Solo balbuceos. Se requiere un tiempo para que el torbellino se aquiete y las palabras y sus ecos nos trabajen; tiempo de dejarnos habitar, trabajar, tal vez soñar... Es en un después, en après coup -en esa temporalidad propia del análisis-, que algo podrá ser pensado, y solo a medias; fragmentario y fugaz, como es el saber en análisis.